Pero lo necesita. Un chute de algo y ya no queda para tabaco; recuerda que su abuelo le contaba que en los años del hambre los hombres fumaban mondas secas de patata. Angustias va a la cocina...pues no, tampoco hay patatas. Solo una, minúscula, con mil tallos alrededor que a saber desde cuando esta ahí.
Se entretiene abriendo los muebles de la cocina, puede ser que encuentre el arca perdida en forma de un cigarrillo escondido, algo que suele hacer para cuando se queda sin ellos; tarea vana, por otra parte, porque los esconde y después olvida donde los ha puesto. Menuda cabeza la mía...
-bingo!...
Ha encontrado un tarro de miel. Ya puede tomar café...
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